Ana Laura es una lectora que comparte su experiencia de cómo enfrento y está enfrentando la crisis económica en 1995 y en 2020.
En febrero tuvimos que operar a mi hija de emergencia y nos agarró sin póliza de gastos médicos. (Una larga historia) total la mitad la cubrimos con la tarjeta de crédito.
Y si, el primer mes de la pandemia los intereses de esa tarjeta fueron exagerados. Si además le agregas que paramos de trabajar un mes, no nos pagaron las últimas facturas y continuamos pagando sueldos. Estuvo muy difícil. Teníamos algo de ahorros que los destinamos totalmente a gastos de despensa, doctor, luz, etc. Pero se fueron muy rápido.
Afortunadamente no teníamos mucha deuda, entonces aprovechamos con otro banco un préstamo con tasas fijas y bajas, pagamos el otro crédito y nos capitalizamos para volver a trabajar.
Ahorita tenemos poco trabajo, estamos midiendo mucho el gasto, pero hasta ahorita vamos al corriente con los pagos. No esta fácil, de pronto estiras la cobija por un lado y te descubres los pies. Solo espero que no falte el trabajo y salimos de ésta, si Dios quiere.
Y recuerda que en la crisis económica de 1995…
Y en el año 95 éramos una familia nueva y al principio fue terrible, las cosas subían de precio de un día para otro. Recuerdo que un día compré pañales y a los 3 días ya costaban el doble. Económicamente esa crisis me asustó más. La diferencia es que no había un virus amenazando y sí había trabajo. Tanto mi esposo como yo entramos a la maquila y sabes que en ese entonces y con el precio del dólar tan alto, a las maquilas les fue muy bien y a nosotros también. Sin embargo, batallamos para comprar casa. Si hacías un acuerdo con una constructora y se caía éste porque no había crédito. Mucha gente traspasaba sus casas, pero las mensualidades eran impagables.